Prunus nipponica var. kurilensis Ruby

El Prunus kurilensis Ruby, también llamado Guinda de las Islas Kuriles, es un árbol muy pequeño que plantarás para admirar desde la ventana su fabulosa floración que anuncia el final del invierno, pero también por su vibrante follaje otoñal. Sus flores simples, de un rosa intenso, envueltas en un cáliz rojo, brotan en abundancia, antes de la aparición del follaje. Este hermoso arbusto florífero, con ramas robustas y erectas, denso pero de dimensiones modestas, tiene su lugar en todos los jardines, incluso en los más pequeños. Ofrécele una exposición soleada y un suelo ordinario, pero drenante y no demasiado seco.

El Prunus kurilensis (sinónimos Cerasus kurilensis, Prunus nipponica f. kurilensis), de la gran familia de las rosáceas, es una especie muy resistente (-25°C) endémica de las Islas Kuriles, situadas en el extremo norte de Japón, pero también de la isla de Sajalín. El cultivar 'Ruby' es una producción hortícola holandesa que data de 1958. De crecimiento lento pero regular, muestra un porte arbustivo, denso y extendido, sostenido por ramas gruesas, fuertes y erectas. En su madurez, no superará los 3 m de altura, alcanzando aproximadamente 2 m de envergadura en la parte superior de la corona. En febrero o marzo, dependiendo de la región, antes de la aparición del follaje, aparecen en las ramas del año anterior multitud de yemas florales casi rojas que se abren en pequeñas flores de 5 pétalos rosa lila intenso y estambres amarillos, muy visitadas por las abejas. La corola está envuelta en un cáliz de un rosa casi rojo, dando a la floración un color globalmente rosa intenso. Las flores dan paso a pequeños frutos llamados drupas, muy buscados por los pájaros. El follaje, caduco, está compuesto por hojas enteras, alternas, lanceoladas, de 4 a 7 cm de largo, finamente dentadas en el borde. Tienen tonos bronceados en primavera, verdes en verano, y luego viran al naranja y rojo púrpura en otoño.

De crecimiento lento, estatura modesta y que requiere muy poco mantenimiento, este arbusto es ideal para pequeños jardines, donde lucirá especialmente aislado o en el centro de un macizo de viváceas cuyas floraciones tomarán el relevo, desde primavera hasta verano. También puedes plantarlo en macizos o en setos libres. El Prunus kurilensis Ruby, perfectamente resistente, se puede cultivar en muchas regiones, pero detesta los suelos compactos y arcillosos o las situaciones demasiado áridas. Por ejemplo, en un seto o en un macizo, puedes asociarlo con otros arbustos de floración primaveral, simultánea o escalonada, como las forsitias, membrilleros de Japón, madreselva de los setos (Lonicera xylosteum), manzanos ornamentales, melocotoneros de flor, ciruelos de flor, espinos...