Manzano Reinette Clochard

El Manzano 'Reinette Clochard' es una variedad antigua, resistente y fértil. Produce excelentes manzanas de mesa que se conservarán muy bien hasta la primavera. La piel gruesa, de color amarillo dorado con manchas bronceadas le da un aspecto un poco rústico. La pulpa, por su parte, es fina y sabrosa, muy equilibrada en azúcar y acidez. Lejos de carecer de carácter, sigue siendo dulce y aromática. La cosecha tiene lugar en noviembre.

El manzano es un árbol autóctono en Europa, y especialmente en Francia donde su presencia está documentada desde la antigüedad. El Manzano 'Reinette Clochard' es una variedad antigua cuya paternidad reclama el municipio de Secondigny en Deux-Sèvres.

El árbol muestra una productividad bastante importante, regular y homogénea. La floración blanca ocurre a mitad de temporada, en abril, cuando las heladas más destructivas ya habrán pasado. Este manzano se cultiva muy bien hasta zonas de media montaña. Autoinfértil, requiere la presencia de otros manzanos que florezcan en la misma época. Las variedades 'Golden Delicious', 'Granny Smith' y 'Manzano' son las más adecuadas. La cosecha se realiza en noviembre y los frutos se pueden consumir hasta el mes de marzo, e incluso más tiempo si las condiciones de conservación son óptimas. Para el almacenamiento, se necesita un local fresco y ventilado, la temperatura ideal es de 8°C, un garaje o un sótano será mejor que una bodega, que suele ser demasiado húmeda. Se almacenan las manzanas recolectadas y no caídas, colocadas en bandejas o cajas bien limpias, en posición horizontal, con el pedúnculo hacia abajo y, idealmente, separadas entre sí por 1 o 2 cm de espacio vacío.

Los frutos, de tamaño medio, son redondos y ligeramente aplanados. El color de la piel es amarillo dorado de fondo, marcado por pequeñas manchas de color bronce que le dan un aspecto rugoso. A veces, los frutos expuestos al sol adquieren un ligero tono rosado. La pulpa es blanco-amarillenta, fina y crujiente, a la vez dulce y acidulada, pero sobre todo agradablemente aromática con un sabor muy suave y característico.

Estas manzanas son especialmente buenas para comer frescas. Por supuesto, también se pueden consumir en repostería, en mermeladas, en jaleas o en platos salados, combinadas con quesos normandos, por ejemplo.