Asimina triloba Wells

El Asiminier Wells es una variedad que produce frutos de tamaño mediano con sabor a mango y plátano. De crecimiento lento y adaptado a pequeños jardines, es un pequeño árbol frutal de aspecto tropical pero muy resistente. Prefiere exposiciones soleadas en suelo fresco, ácido a neutro. Esta variedad no es autopolinizante, por lo que es necesario plantar dos ejemplares para obtener una cosecha.

El asiminier es el único representante en clima templado de la familia tropical de las Annonáceas. Nueve especies están presentes en Estados Unidos, siendo Asimina triloba la más resistente de todas (hasta el extremo sur de Canadá). Es un pequeño árbol de crecimiento lento, bien ramificado y de aspecto tupido, que puede alcanzar con el tiempo 4 a 5 m de altura y 2,50 a 3 m de ancho. Su follaje tiene un porte generalmente ovoide, incluso piramidal, sobre un tronco bastante corto, a veces ramificado desde el suelo.

El Asimina triloba ‘Wells’ fue seleccionado en la naturaleza por David Wells, un estadounidense, en Salem, Indiana. Esta variedad produce frutos pequeños (alrededor de 180 g), con piel verde y pulpa naranja, de muy buena calidad gustativa. La producción tiene lugar en septiembre-octubre.
Su apodo de banano de montaña proviene de la forma evocadora de los frutos, cuya piel permanece verde en la madurez, mientras que la pulpa dulce recuerda al sabor del mango y al del plátano (lo que hace que a veces se comercialice también como banano de los indios o banano del pobre…).
Los frutos contienen una decena de semillas negras grandes, se recolectan cuando la pulpa se vuelve blanda. La recolección debe hacerse sin forzar, incluso se pueden recoger los frutos del suelo. Luego, hay que consumirlos rápidamente (solo se conservan unos días a temperatura ambiente) o guardarlos en el refrigerador (máximo 2 semanas). De sabor delicioso, la asimina tiene además un alto valor nutritivo (es rica en vitaminas A y C). Los estadounidenses la consumen al natural o preparada en jugo, sorbete, pastel…

Las grandes hojas simples estrechas de unos 25 cm de largo cuelgan perezosamente hacia el suelo, dándole un aspecto característico y bastante evocador de las zonas tropicales. En otoño, adquieren un color amarillo intenso de muy buen efecto, apenas más pálido que el del Árbol sagrado, el árbol de los 40 escudos. El asiminier merece ser plantado también por su hermosa coloración otoñal. Sus flores de 6 pétalos forman campanillas de un hermoso color burdeos-púrpura en abril-mayo, aunque su tamaño modesto (3-4 cm) y su distribución a menudo aislada en las ramas, ofrecen un atractivo limitado. Esta variedad puede alcanzar 5 m de altura y otros tantos de ancho, formando un pequeño árbol de aspecto exótico.

El Asimina triloba ‘Wells’ encontrará su lugar en un jardín urbano, posiblemente cerca de un muro que lo proteja de los vientos fuertes. Su crecimiento lento no debe hacer olvidar dejarle suficiente espacio para su desarrollo futuro. Piensa también en plantarlo en pareja para permitir una polinización cruzada y así obtener frutos.
Aunque es una especie frutal en origen, su interés ornamental invita a asociarlo con otras plantas decorativas. Se puede integrar en un jardín de aspecto exótico, asociado con palmeras resistentes como la rara Rhapidophyllum hystrix, también de crecimiento lento, o el Trachycarpus wagnerianus, de hojas más compactas que la especie tipo. Otro frutal de follaje que evoca las tierras del sur, el Caqui (Diospyros) también será un buen compañero para este Asiminier, al igual que el Poncirus trifoliata, pequeño cítrico resistente. Y para aprovechar sus coloraciones otoñales, se puede asociar con plantas que colorean en naranja o rojo al acercarse el invierno, como el Euonymus alatus ‘Compactus’ o el Nandina domestica ‘Fire Power’.