Yuzu - Citrus junos

El Yuzu o Limón yuzu (Citrus junos) es un cítrico japonés extremadamente apreciado por el aroma extraordinario de su jugo y la cáscara de sus frutos. Es un imprescindible de la cocina japonesa que también se utiliza para elaborar la famosa salsa yuzu.

Un poco aplanado, el fruto del yuzu se asemeja a una mandarina amarilla y se recolecta de septiembre a noviembre.

Aún poco utilizado en los jardines, el limonero Yuzu es un pequeño árbol resistente hasta -10°C / -12°C, en situaciones protegidas. Está dotado de una hermosa y fragante floración en primavera. Sus ramas son muy espinosas y su crecimiento lento, especialmente durante los primeros años.

Se cultiva en macetas pero su cultivo en terreno abierto también es posible en regiones con inviernos suaves, en un suelo neutro a ácido. Deberá mantenerse fresco durante todo el período de crecimiento y ser abonado regularmente.

El Yuzu, un cítrico japonés resistente

El Citrus junos es un gran arbusto de la familia de las Rutáceas. Es un híbrido cultivado desde hace milenios en Japón, resultado del cruce entre la mandarina silvestre, el Citrus deliciosa y el Citrus ichangensis, dos cítricos relativamente resistentes.

Bastante vigoroso pero de crecimiento lento, especialmente en sus primeros años, el Yuzu citrus es un pequeño árbol muy espinoso con un porte tupido que alcanza, en su madurez, 4 metros de altura por 3 metros de ancho.

Resistente hasta -10°C/-12°C, soporta cortos períodos de heladas y por lo tanto puede plantarse en terreno abierto en la zona del olivo, en situaciones protegidas. En cualquier otro lugar, se cultivará en macetas y se resguardará ante los primeros fríos intensos.

Cultivado por sus frutos singularmente aromáticos y perfumados, este limonero de Japón florece en abundancia, en marzo-abril, en ejemplares de al menos 4 años pero no fructifica necesariamente todos los años. Produce pequeñas flores blancas con un aroma agradable, ligero, con notas picantes.

Las flores dan paso a frutos cuyo tamaño y forma recuerdan a las mandarinas. Su piel, gruesa, de color verde que se vuelve amarilla al alcanzar la madurez, presenta un aspecto ligeramente grumoso.

La pulpa del fruto, amarillenta y translúcida, está llena de numerosas semillas. Su sabor, muy ácido, se sitúa entre el de la pamplemusa y la mandarina, con matices sutilmente especiados, tomados del cidro y la lima.

Los frutos del Yuzu se recolectan de septiembre a noviembre-diciembre, cuando están amarillos, momento en que su concentración de aceites esenciales está en su apogeo. Las hojas persistentes y aromáticas de este cítrico son enteras, lanceoladas, de un verde brillante.

El fruto del Yuzu: limones japoneses muy codiciados

El fruto del Yuzu, que se denomina simplemente "Yuzu", pertenece a las tradiciones culinarias ancestrales de Japón. Se utiliza en cocina para realzar platos asiáticos, pero también en jugo, en salsa, en mermelada y en repostería. También aromatiza licores.

Como todos los Citrus, el Yuzu contiene en sus hojas, flores y frutos bolsas de aceite esencial a menudo visibles a simple vista, de las cuales se extrae por destilación (flor y hojas) o por presión (cáscara) un aceite esencial con propiedades tonificantes y sedantes. Ayuda a combatir el estrés y el insomnio. La fragancia del aceite esencial es particularmente fina, intermedia entre el limón verde y la mandarina verde, efervescente, con un fondo polvoriento, ligeramente merengado.

Nuestros consejos para cultivar bien tu Yuzu

Los yuzus, como la mayoría de los cítricos, prosperan en macetas o en terreno abierto en las regiones costeras mediterráneas donde encuentran el calor que necesitan durante todo el año. Pero para fructificar bien, no deben carecer ni de agua ni de nutrientes.

Relativamente resistente, este limonero japonés puede perder sus hojas a -10°C, pero un ejemplar bien establecido rebrotará sin problemas en primavera. Esta rusticidad solo es válida cuando las heladas son breves y las temperaturas suben significativamente durante el día. El Yuzu es un arbusto autopolinizante, lo que significa que un solo individuo es suficiente para una polinización completa y asegurar la fructificación.