Tradescantia andersoniana Bilberry Ice

El Tradescantia x andersoniana 'Bilberry Ice' es una efímera de Virginia que encanta con sus grandes flores blancas teñidas y moteadas de malva, sutilmente realzadas por estambres amarillos. Estas flores acuareladas se renuevan sobre una mata de hojas estrechas y puntiagudas durante largas semanas en verano. Resistente y fácil de cultivar en suelo fresco, esta vivácea aportará una nota pastel y refinada a los macizos y bordillos de media sombra del jardín, o en los bordes de una charca. También se cultiva muy bien en macetas.

'Bilberry Ice' es un híbrido hortícola de Tradescantia cuyos orígenes se encuentran en las dos Américas (Tradescantia ohiensis, T.subaspera, T virginiana). Todas estas plantas pertenecen a la familia de las commelináceas. Se trata de una planta herbácea perenne por su tocón, caducifolia, cuya vegetación aérea emerge en primavera y desaparece en invierno. Esta efímera forma una mata densa de unos 45 cm de altura y se extiende hasta 50 cm. Su follaje verde oscuro y brillante se asemeja un poco al de las gramíneas, compuesto por hojas simples, largas y estrechas, afiladas en punta, arqueadas, con vaina sobre un tallo tubular. La floración comienza en junio y dura todo el verano si el suelo permanece fresco. Tiene forma de flores planas, compuestas por 3 pétalos anchos, con estambres amarillos bien contrastados, originales en su simplicidad, muy puras pero efímeras. Florecen en pares y se agrupan en pequeños ramilletes o cimas terminales en el extremo de tallos florales rígidos. Cada flor solo 'vive' unas horas, pero se renuevan continuamente sobre el follaje.

Fácil de cultivar y mantener, plantarás el Tradescantia andersoniana 'Bilberry Ice' en suelo húmico, fresco a húmedo. Esta planta prefiere este tipo de condiciones y, en cualquier caso, lucirá su máximo esplendor en una exposición de media sombra que resalte sus colores pastel. A pleno sol, será indispensable un riego constante y abundante. En rocallas frescas, al pie de un muro sombreado, en sotobosque o en bordillos, su floración iluminará todas las pequeñas zonas de sombra. Esta vivácea se sentirá muy a gusto en las orillas de arroyos o estanques, acompañada de Carex, tiarelas, Persicaria, Primula bulleyana o del Ophiopogon japonicus. También se cultiva bien en macetas, a media sombra, vigilando los riegos.