Hosta Red October

El Hosta 'Red October' es una variedad muy buscada. Se trata de una de las mejores selecciones de hostas con pecíolos rojos, cada vez más populares en los últimos años. Su mata de hojas lanceoladas con márgenes ondulados son de un verde mate con reflejos azulados. Su porte semi-erecto revela un revés blanquecino que contrasta fuertemente con los largos pecíolos teñidos de un rojo que sube hasta la lámina foliar. Su floración otoñal es excepcionalmente abundante y ornamental para el género. De agosto a septiembre, su mata emite numerosos bohordos floridos de racimos densos de campanillas lavanda. Para disfrutar de todos los aspectos decorativos de su follaje, planta este hosta en macetas, en macizos elevados o en pendientes con media sombra. Agrupados en masa, su floración generosa será aún más espectacular. Es una planta perenne de hoja caduca que no soporta las exposiciones secas y abrasadoras. Instálala siempre en suelos frescos, drenados y ricos, protegida del sol directo de la tarde.

El Hosta 'Red October' proviene de cruces entre Hosta longipes f. hypoglauca y H. ‘Harvest Delight’. El Hosta, también llamado Funkia, es una vivácea caducifolia muy resistente, que emite su mata frondosa solo a partir de la primavera. Pertenece a la familia de las asparagáceas. De crecimiento rápido, forma una mata erguida que alcanza 40 cm de alto por 90 cm de envergadura. Es una planta de buena longevidad que porta hojas de forma oval-lanceolada, incluso elíptica, con margen ondulado, alcanzando 20 cm de largo por 10 cm de ancho. Su lámina foliar está ligeramente marcada por 8 pares de nervaduras. Del corazón de su follaje emergen en otoño bohordos florales medianos de 60 cm de altura máxima, portando racimos de flores en forma de campana, poco perfumadas.

Los hostas prefieren suelos frescos, drenados y ricos, temiendo absolutamente la sequía y las exposiciones abrasadoras. Un emplazamiento iluminado por el sol de la tarde debe evitarse, ya que puede quemar las hojas de estas viváceas. En regiones más cálidas y secas, prevé un mantillo espeso. Los Hostas, con su follaje generoso y decorativo, son perfectos como plantas cubresuelos, bordillos o en macizos con media sombra o incluso sombreados, donde otras plantas tienen dificultad para crecer. De hecho, les gustan los lugares protegidos y frescos, como los sotobosques. Las variedades con follaje azulado y verde soportan mejor la sombra densa. El sol tiende a hacer que los colores azules se vuelvan verdes. Los follajes más claros prosperan en media sombra, donde su coloración se transforma, aclarándose con la intensificación del sol. En general, una exposición al sol de la mañana permite un desarrollo óptimo de estas viváceas y las hace más floríferas. Los gasterópodos (babosas y caracoles) son particularmente aficionados a estas viváceas carnosas, por lo que las hibridaciones contemporáneas buscan crear hostas cada vez más resistentes a sus ataques.

Asócialos en masas con otros hostas, helechos, delphiniums, sellos de salomón y otras viváceas cubresuelos más bajas como bugles rastreros, geranios, lamiums. Todos son muy eficaces como repelentes de babosas. Las Brunnera macrophylla Mr Morse plateadas, familiares de los sotobosques, serán una excelente compañía. Piensa también en las Heucheras y su formidable paleta de colores, o en las delicadas flores de los elfos (Epimediums). El follaje dorado contrasta maravillosamente bien con sus tonos rojos y anaranjados. Así, podrás embellecer las partes sombreadas y un poco húmedas del jardín, creando un agradable refugio de frescura para el verano. Los Hostas también se dan bien en macetas, que deberás colocar a media sombra y regar muy regularmente. Los Hostas acompañan maravillosamente bien los bulbos de primavera, que aparecen a finales de la primavera, en el momento oportuno para cubrir las plantas marchitas con su generoso follaje. Alrededor de una charca, plántalos con persicarias, carex y astilbes. Los follajes azulados armonizan perfectamente con los follajes rojos y púrpuras de los arces japoneses, así como con los follajes amarillo dorados de los Hakonechloas y las heucheras.

Sabías que: La mayoría de las especies extendidas en los jardines occidentales fueron introducidas desde Japón. Comestibles, los hostas se llaman urui en Japón, donde se consumen habitualmente.