Eléboro oriental Double Black

El Eléboro oriental Doble Negro, como su nombre lo indica, produce flores dobles, casi negras, con reflejos sedosos; púrpuras o azul pizarra. Esta Rosa de Cuaresma, lejos de ser triste, también se adorna con un corazón de estambres pálidos, casi blancos. Es una vivácea robusta y muy resistente, fácil de cultivar en todas nuestras regiones, incluso en un suelo pesado. Combina sus flores oscuras con floraciones rosadas, blancas, albaricoque, lisas o moteadas, bajo arbustos, en sotobosque o para decorar el lado norte de la casa. Las rosas de Navidad también permiten componer hermosas macetas de flores que alegrarán los días tristes del invierno.

Originario de Grecia, Turquía y el centro y este del Cáucaso, el Helleborus orientale, a veces llamado Eléboro oriental, es una vivácea de la familia de las ranunculáceas que se hibrida muy fácilmente con otras especies para dar, al azar de la siembra, híbridos de colores y formas muy variadas, tanto que ya no se les da nombre de variedad a estos híbridos. Se distinguen por características de forma y color. El Helleboro de Abjasia es una planta resistente que soporta temperaturas de hasta -15°C, creciendo naturalmente en bosques, matorrales y claros hasta los 2.000 m de altitud. La forma doble negro se desarrolla en una mata compacta y frondosa de 40 cm en todas direcciones. Está compuesta por hojas basales palmeadas, ligeramente dentadas, de color verde oscuro y brillante. Son hojas persistentes de 30 a 40 cm de largo, compuestas por 7 a 9 folíolos. En realidad, solo viven 8 meses y son reemplazadas regularmente por hojas nuevas.

Entre febrero y abril, se forma un ramo de flores bien dobles de 4 a 5 cm de diámetro. Son flores en forma de copa e inclinadas, con varias filas de pétalos, característica de este grupo de híbridos. Si están inclinadas hacia abajo, dejando resbalar el agua como un paraguas, es para proteger el corazón de la flor que podría pudrirse. El Eléboro es una planta arbustiva. No le gusta que la muevan una vez establecida, ya que los retoños jóvenes a veces tardan en florecer. Las semillas son dispersadas por las hormigas.

Utiliza los eléboros como elementos de un tapiz antiguo, mezclándolos con plantas de sotobosque de colores más vivos. Lucen bien plantados cerca de las Andrómedas, rododendros de tamaño modesto, bajo coníferas (especialmente en sitios expuestos al viento) y rodéalos de prímulas, anémonas de bosque, corydalis, dicentras, cardaminas o bulbos de floración primaveral, y campanillas de invierno. También puedes acompañarlos de helechos e iris de sombra para crear un bonito contraste un poco más tarde en la temporada. También se pueden plantar en grupo, como un ramo, cerca de la entrada de la casa, en situación sombreada, para disfrutar de cerca de su floración precoz. Son adecuadas tanto como flores para cortar como en macizos, bordillos o jardineras,... Con el tiempo, las flores del Eléboro no se marchitan como la mayoría de las otras flores, sino que se secan.

Cada eléboro, procedente de siembra, es único en color de flor: así pueden existir ligeras variaciones de color entre dos plantas, es normal e inevitable. Sin embargo, si la diferencia es demasiado grande y desvirtúa el efecto buscado, reembolsamos o reemplazamos la planta afectada.