Cardamine pratensis

El Berro de prado, en latín Cardamine pratensis, es una pequeña planta vivácea que se encuentra con bastante facilidad en los lugares húmedos de nuestros campos. Según las regiones, se le llama Berro amargo, Falso berro o incluso Berro de prado, debido a la similitud de su follaje, tanto física como en cuanto al sabor, con el del berro. Es una planta comestible y condimentaria de sabor picante y aromático, que acompañará agradablemente las aves asadas, realzará las ensaladas y los potajes. En primavera, florece en racimos de florecillas blancas a lilas, junto a los botones de oro y los dientes de león, en tierras pesadas y húmedas. Será decorativa al borde de un arroyo o en un sotobosque claro y muy fresco.

El berro de prado pertenece a la familia de las brasicáceas, es pariente del berro, de la mostaza india y de la colza. Extendida en Europa, especialmente en las zonas central y boreal, en Siberia y en América boreal, esta especie es espontáneo en la mayor parte de nuestro territorio, pero rara en el sur. Su hábitat natural corresponde a prados húmedos y a los bordes de los arroyos. Crece espontáneamente en suelos arcillosos y calcáreos más o menos encharcados.

Se trata de una planta vivácea muy resistente con un tocón ligeramente estolonífero: provista de un rizoma corto apenas enterrado, se propaga lentamente, sin volverse invasora. El berro amargo emerge del suelo en primavera, luego a menudo desaparece a principios del verano: la planta no está muerta, pero así se protege del calor y de la sequía estival. El berro de prado produce rosetas de hojas divididas en 3 a 7 folíolos redondeados, de color verde medio, brillantes, cuyo sabor recuerda al del berro. La floración, sencilla y graciosa, tiene lugar en primavera, de abril a junio según las regiones. De las rosetas de hojas emergen bohordos floridos cortos provistos de algunas hojas pequeñas enteras, de 30 a 40 cm de altura. En su parte superior llevan racimos sueltos con 3 a 6 flores de 4 pétalos, de 1,5 cm de diámetro, de un bonito rosa liliáceo muy suave, casi blanco. Tras la polinización por los insectos, las flores dan paso a frutos llamados silicuas, largos y delgados, que liberan al abrirse de forma 'explosiva' sus pequeñas semillas, que así se dispersan por los alrededores.

En el jardín:

Los berros de prado están entre las primeras plantas en florecer en primavera, junto a narcisos, tulipanes tempranos, margaritas, pulmonarias, omphalodes... Son plantas sin complicaciones cuando se instalan en cualquier suelo fresco a húmedo, arcilloso, al sol o mejor, a media sombra. Puedes crear una bonita escena primaveral plantándolos con el Lychnis Jenny, astilbes rosas, el Mertensia virginica y Physostegia virginiana blancas o rosas.

En la cocina:

Utiliza el berro de prado como el berro, crudo en ensaladas, verrinas o como guarnición de aves asadas, o cocido en sopas y salsas tipo pesto. Su sabor fino evoca a la vez la mostaza india y la almendra. Hay que ser precavido con las plantas recolectadas en la naturaleza, ya que pueden albergar, como el berro, la duela del hígado.