Bergenia cordifolia Eroïca - Hortensia de invierno

La bergenia de hojas cordadas 'Eroïca' es reconocida por su gran follaje invernal bronce cobrizo, particularmente coloreado y sus flores tempranas en campanillas rosa fucsia púrpura. Se erigen de marzo a abril, sobre bohordos florales con tallos rígidos rojizos, en cimas ligeramente colgantes. La bergenia con sus hojas anchas, gruesas y brillantes como el cuero es un clásico de nuestros jardines, siendo de interés decorativo todo el año y pudiendo crecer en los espacios más ingratos. De naturaleza robusta y con una rusticidad a prueba, esta resistente vivácea rastrera con tocón rizomatoso forma un tapiz denso persistente incluso en las situaciones más frías y sombrías. La Bergenia no tiene exigencias particulares siempre que evites los emplazamientos muy cálidos y secos.

La Bergenia cordifolia pertenece a la familia de las saxifragáceas, es una especie muy resistente y muy rústica, originaria de los montes Altái, en Siberia. En la naturaleza, esta planta solo crece donde la nieve es abundante en invierno, ya que ofrece una excelente protección al follaje. Fácil de cultivar en todas nuestras regiones, persistente en invierno, anuncia el regreso de la primavera con su floración precoz. La Bergenia 'Eroïca' es una vivácea herbácea tapizante y con una vegetación agrupada en matas algo sueltas de unos 40 cm de altura por 50 cm de anchura. Crece sobre un rizoma rastrero, grueso, espeso y envuelto por las vainas de la base de las hojas. Con el tiempo, esta planta se extiende poco, pero su crecimiento es tan lento (especialmente en suelos algo secos) que difícilmente puede considerarse invasora. Tallos secundarios aparecen aquí y allá, formando eventualmente una colonia. Las anchas hojas en forma de cuchara de 30 a 50 cm, coriáceas, basales, dispuestas en rosetas, lustrosas y brillantes, son de un verde vivo con revés cobrizo en primavera y verano, tornándose bronce cobrizo en invierno. Son muy gruesas y recorridas por nervaduras. La floración ocurre a partir de marzo, más o menos temprano según las regiones. Está compuesta por panículas erguidas de grandes flores (2-3 cm de ancho) rosa fucsia, ligeramente púrpura y con centros más rojos. Son sostenidas por tallos sólidos y ligeramente vellosos, rojizos. Bastante duraderas, las flores pueden usarse en la composición de frescos ramos primaverales.

La Bergenia cordifolia crecerá bien en la mayoría de suelos, pero prefiere un suelo rico en humus y que permanezca algo fresco. Los suelos demasiado secos tienden a limitar su crecimiento. Prosperará en media sombra o en situaciones soleadas, pero no abrasadoras: Si buscas una vivácea encantadora y resistente que sea bonita todo el año, no busques más que esta bergenia. Podrá usarse ventajosamente en macetas, en rocalla, en bordillos, o como pequeña planta cubresuelos, o al pie de arbustos caducos que dejarán pasar el sol invernal pero la protegerán de los rigores estivales. Puedes asociarla, para cubrir un talud, con geranios vivaces (Geranium macrorrhizum), nomeolvides, y en sotobosque con epimedios, hepáticas con flores de un azul increíble... Piensa también en plantarla con tapices de narcisos, tulipanes, crocos y con otras plantas que florezcan en pleno invierno como los eléboros orientales para acompañar su follaje generosamente coloreado. Esta planta tan sencilla es un auxiliar precioso, al igual que los iris y los eléboros, para bordear un paso, vestir la parte superior de un muro de contención o adornar un talud o una rocalla algo desfavorecidos.