Mukdenia rossii

El Mukdenia rossii, también llamado Mukdenia de Ross o Aceriphyllum rossii, es una pequeña vivácea de sotobosque fresco, poco conocida pero bonita y muy resistente, que se adaptará bien en nuestras regiones con veranos húmedos y frescos. La planta forma sus inflorescencias desde el invierno, cuando su follaje aún está dormido. Estas se elevan en primavera, agrupadas en panículas de pequeñas flores blanquiverdosas, por encima de su hermoso follaje fuertemente palmeado de un verde brillante con reflejos bronce. Esta mukdenia prosperará en un suelo fértil y fresco, como el de una rocalla sombreada, o se utilizará como planta cubresuelos en un macizo de arbustos.

El Aceriphyllum de Ross es una planta de la familia de las saxifragáceas, originaria del norte de China, incluyendo Manchuria, y de Corea. Esta vivácea posee un rizoma bastante grande, carnoso y parduzco. Forma una mata herbácea compacta, de porte abierto, alta y ancha de 40 cm, compuesta por hojas caducas que desaparecen bastante temprano a finales del verano. Estas hojas son primero verde ácido, a menudo teñidas de bronce y rojo al brotar, luego viran a un verde medio brillante, y finalmente se vuelven rojo-anaranjadas antes de desaparecer. Muy amplias, miden hasta 13 cm de diámetro, están fuertemente lobuladas y palmeadas, y presentan un margen irregularmente dentado. La floración emerge en marzo-abril, antes que el follaje, en forma de tallos gruesos, rojizos y pubescentes, que portan inflorescencias en panículas ligeras de 14 cm de longitud. Las yemas florales rosado-verdosas y vellosas se abren en pequeñas flores carnosas y semidobles, con 12 pétalos blanquiverdosos y 6 estambres marrón-rosáceos. Les siguen la formación de frutos llamados cápsulas.

El Mukdenia rossii es una planta ideal para sotobosques húmedos, macizos de arbustos, borduras mixtas o rocallas frescas y sombreadas. Puedes asociarla con hostas, helechos, anémonas de Japón y corazones de María, que aprecian los mismos ambientes. La combinación con el Hakonechloa macra 'Alboaurea', una pequeña gramínea dorada, será de lo más efectiva. Arbustos como las hortensias y los fucsias acogerán esta bonita planta a sus pies, siempre en suelo fresco.