Primula vulgaris Gold Laced

Cultivadas y seleccionadas con un objetivo de perfección, las Primula polyanthus Gold Laced, también llamadas prímulas de jardín grupo Polyanthus Gold Laced, son raramente ofrecidas. Estas plantas ofrecen flores casi sobrenaturales, cinceladas como joyas barrocas. Perfectamente dispuestos alrededor de un centro amarillo brillante y redondo, sus pétalos de un terciopelo caoba a casi negro están bordeados por un galón dorado o plateado, de ancho uniforme, que divide el pétalo en dos partes iguales. Estas viváceas en roseta florecen en primavera, por encima de un follaje en rosetas, semiperenne.

Las Primula del grupo Polyanthus o Primula x polyantha son híbridos procedentes de diferentes especies (P. eliator, juliae, veris y vulgaris) originarias de numerosas regiones templadas del hemisferio norte. Estas plantas perennes pertenecen a la gran familia de las primuláceas que cuenta con alrededor de 400 especies. La selección Polyanthus Gold Laced, heredera de una larga historia, representa plantas cultivadas a un alto nivel de perfección por asociaciones de aficionados durante los siglos XVII y XVIII. Caídas en el olvido a principios del siglo XIX, resurgieron después de la Segunda Guerra Mundial. La Primula Polyanthus 'Gold Laced' forma plantas de 15 a 23 cm en todas direcciones, desarrollándose en roseta de hojas persistentes o semiperennes de 10 a 20 cm, venosas, algo arrugadas, verde oscuro. Florecen en marzo-abril. Las flores, portadas por un tallo grueso, se reúnen en umbelas de 3 a 15 flores cuyo centro es perfectamente redondo, amarillo brillante. Los pétalos de un rico color caoba a casi negro, minuciosamente repartidos alrededor del centro, presentan dos zonas perfectamente iguales, separadas por un filamento dorado o plateado de ancho uniforme. Las flores son brevistilo, es decir que presentan estambres visibles alrededor del centro.

La prímula de jardín es versátil y realmente fácil de cultivar, aunque a veces desaparezca debido a veranos secos o heladas severas. Merece figurar en todos los jardines. Colorida, florífera y muy alegre, marca el regreso de la primavera. En bordes de jardín o en jardineras en un balcón, estas pequeñas plantas son compañeras ideales para los tulipanes y los nomeolvides. Son ideales en los bordillos, los macizos bajos bajo la cubierta de árboles frondosos, en las rocallas y los céspedes, entre las campanillas de invierno y las violetas. Las hojas y las flores son comestibles y pueden consumirse crudas o cocidas.