Camellia sinensis (semillas) - Planta de té

Las semillas de Planta de té o Camellia sinensis te permiten cultivar un auténtico arbusto de té. Este arbusto de hoja perenne, pariente cercano de las camelias, desarrolla un porte tupido y un follaje verde oscuro, brillante y dentado. Sus pequeñas flores blancas con estambres amarillos son encantadoras. Originario de las regiones montañosas de Asia, allí se cultiva por sus hojas utilizadas en la fabricación del té, después de fermentación o secado. Sembrar sus semillas te permite descubrir todas las etapas de crecimiento de la planta de té y obtener un arbusto único en el jardín o en macetas.

La Camellia sinensis pertenece a la familia de las Teáceas y proviene del sur de China, aunque también se cultiva en Japón, India y otras partes del mundo con clima templado y húmedo. En su hábitat natural, puede superar los 10 metros de altura, pero en nuestras latitudes, se mantiene más modesto y rara vez supera los 2,50 metros, con un porte erecto y tupido y un crecimiento bastante lento. Su follaje denso y persistente está compuesto por hojas pequeñas ovaladas, dentadas y brillantes, que miden entre 4 y 8 cm de largo. Su floración aparece dos veces al año, cuando no se poda. Las flores, de 2,5 a 4 cm de diámetro, son simples, compuestas por 5 sépalos verdes y persistentes, y de 5 a 8 pétalos blancos a amarillo pálido que rodean un centro de estambres amarillos. Sus flores solitarias o agrupadas de tres a cuatro son seguidas por frutos capsulares que contienen las semillas. Resistente hasta -12°C, se adapta a climas templados y húmedos, como el del litoral atlántico, bastante húmedo, nublado y con amplitudes térmicas bajas entre estaciones. En otros lugares, se le reservará una situación protegida en invierno y resguardada del sol abrasador en verano. Requiere protección en caso de frío intenso.

Perfecto para jardines japoneses, campestres o exóticos, la planta de té combina bien con arbustos como los rododendros, andrómedas, o viváceas como las brezos y talictros, que comparten su gusto por suelos ácidos. También puede cultivarse en un seto gracias a su densidad o en macetas en una terraza sombreada, con protección invernal en caso de heladas fuertes.