Nabo de Mesa Milán Atlantic

El Nabo de Milán forzado de cuello rosa Atlantic es una variedad precoz, que produce una raíz redonda y aplanada con una hermosa coloración y una carne fina y sabrosa. Recomendado para cultivos tempranos, esta variedad se siembra de marzo a mayo, o desde febrero para una siembra bajo cubierta. La cosecha se realiza aproximadamente 2 meses después.

El Nabo es conocido desde la Prehistoria y siempre ha formado parte de la alimentación de los hombres del norte de Europa. Se consume a menudo cocido, en gratinado, en puré o como acompañamiento de sopas, potajes y guisos. Los nabos tempranos no necesitan pelarse y pueden consumirse crudos, rallados y mezclados con otras verduras y horalizas crudas. Las hojas jóvenes del Nabo también pueden consumirse en sopas. El Nabo tiene propiedades diuréticas, refrescantes, remineralizantes y contiene vitaminas (A,B5,B6,C,PP) y minerales (calcio, hierro, cobre, magnesio).

El Nabo requerirá un aporte de compost bien descompuesto (3 kg/m²) a finales de otoño o principios de primavera.

Cosecha: Las numerosas variedades de Nabo permiten una cosecha durante todo el año. Esta hortaliza de raíz presenta numerosas formas (largo, semi-largo, redondo o plano) y colores (blanco, amarillo, rosa o violáceo). Dos meses después de la siembra, los nabos pueden ser cosechados. Los nabos de primavera-verano se cosecharán según las necesidades y el tamaño deseado, de mayo a julio. Las variedades de otoño-invierno, destinadas a la conservación, se arrancarán a partir de octubre y antes de las primeras heladas. Para cosecharlos, levantar con la horca de cavar y tirar suavemente de la base de las hojas.

Conservación: Dejar los nabos secar de nuevo unas horas sobre el suelo, cortar el follaje por encima del collar. Los nabos se conservan varios meses en silo o en bodega, en arena seca, en un lugar fresco y oscuro.

El pequeño truco del jardinero: ¡Buena información! Plantar Hinojo junto al Nabo ayuda a repeler el Escarabajo pulga y la mosca del Nabo. Si es necesario, colocar una manta de forzado o una malla anti-insectos. Realizar escarda y azada regularmente.