Dalia decorativa Creme de Cassis

El Dahlia Creme de Cassis es una variedad que ofrece flores decorativas en tonos Parma y ciruela.

El Dahlia Creme de Cassis es una dalia decorativa que alcanzará 1 m de altura y 60 cm de ancho. Sus tallos muy ramificados son fistulosos (huecos). Sus hojas son opuestas, pennatífidas, es decir, se subdividen en 3 o 5 folíolos, los cuales forman lóbulos muy denticulados. Los tallos y las hojas son de un verde oscuro a bronce. La planta tiene un porte tupido y, como variedad de gran tamaño, deberás asegurarte de darle amplitud en su base para fortalecerla. Las flores de las dalias decorativas son más gruesas que anchas y a menudo de gran tamaño. Las flores de la variedad Creme de Cassis miden 15 cm de diámetro o más, son llenas y bien dobles. Numerosas filas de lígulas se superponen. Las de los niveles inferiores suelen estar revolutas (giradas hacia el tallo), mientras que las de los niveles superiores son involutas, es decir, con una inflexión hacia el corazón de la inflorescencia y casi planas. Parma en la periferia, se vuelven cada vez más oscuras hacia el centro. Los floretes centrales más cortos forman un botón cuando aún no han alcanzado su madurez. Aunque esta dalia no es azul, esta variedad sigue siendo excepcional por su color.
La floración de las dalias es excepcionalmente larga. La de nuestra variedad comienza en julio y termina en octubre. Además, para favorecer las floraciones posteriores y extender este período, asegúrate de retirar las flores marchitas. Mejor aún, córtalas con regularidad para componer atractivos ramilletes coloridos combinando diversas variedades.

La dalia es fácil de cultivar y, para una floración más generosa, es bueno seguir algunas reglas simples: es una planta luminosa que necesita mucho sol. Planta los tubérculos a pleno sol una vez que hayan terminado las últimas heladas. Los suelos ricos, frescos y bien drenados son ideales. Un exceso de humedad estancada favorecería la pudrición de los tubérculos. No dudes en enriquecer el suelo con compost y arena si es necesario.

La dalia es muy melífera, lo cual es valioso para las abejas a medida que las fuentes de néctar, en otoño, se vuelven escasas. En medio de un macizo, estas dalias crearán manchas de color junto a grandes rudbeckias, helenios, cosmos o incluso sedum acompañados de Pennisetum villosum para aportar suavidad y delicadeza al diseño.

Planta de mil caras, el Dahlia, originario de las altiplanicies mexicanas, cuenta hoy con unas 20,000 variedades. Esta planta con tubérculos se cultivó inicialmente como hortaliza de raíz para consumo. Pero sus pobres cualidades gustativas dieron paso a su exuberante floración. Desde entonces, el interés por esta Asterácea muy florífera no ha dejado de crecer.