Lirio Roselily Anouska

El lirio 'Roselily Anouska' no aprecia los suelos calizos, mal drenados y pesados. Lo instalarás a pleno sol, con el pie a la sombra, preferiblemente en primavera, enterrando los bulbos a 15 cm en una bolsa de tierra mezclada con tierra de hoja para macetas. Rodéalos con una bolsa de arena que evitará las pudriciones y los ataques de babosas, al mismo tiempo que les permitirá engrosar más fácilmente. Marca el lugar de la plantación, ya que la vegetación no comienza hasta abril. Cuando los tallos alcancen los 30 cm de altura, entutóralos discretamente. Un poco de sombra por la tarde en verano es apreciado para mantener la intensidad de los colores.
Si aparecen insectos rojos, trata sin demora, se trata del criocero cuyas larvas pueden devorar todas las hojas. El método más efectivo consiste en atraparlos manualmente, cuidado, se dejan caer en cuanto los tocas, así que coloca una caja debajo. De lo contrario, trata con permetrina regularmente.
Después de la floración, es útil cortar las flores marchitas a media altura para que el macizo se mantenga bonito durante el verano.

Consejo para plantar lirios en suelo compacto: Los bulbos escamosos de los lirios grandes temen los suelos arcillosos que los asfixian y provocan pudriciones. En Europa del Este, se utiliza la siguiente técnica para ayudar a estos bulbos a sobrevivir al invierno. Plántalos en 'bancales' construidos por encima del nivel del suelo. Estos bancales están formados por una primera capa de grava, sobre la que se colocan ramas bien compactadas. Luego se cubre todo con una capa gruesa de compost de hojas de 20 a 30 cm. Planta los bulbos en el compost, sobre el cual también puedes hacer crecer algunas plantas tapizantes.

En la terraza, puedes crear macetas espléndidas con los lirios. Elige un contenedor bastante ancho y profundo (al menos 16 cm de diámetro para 1 bulbo). Llénalo con una mezcla de tierra de hoja para macetas y arena. Planta los lirios en grupos de 3 a 5 bulbos, a 10-15 cm de distancia, luego riega abundantemente. Coloca las macetas en una habitación fresca, o en el exterior una vez que hayan pasado las heladas. La temperatura ambiente deberá rondar los 12°C. Cuando aparezcan los brotes, coloca la maceta en una veranda o una habitación muy luminosa, a una temperatura de unos 18°C. Aplica abono líquido dos veces al mes hasta la aparición de las yemas florales.