Freesia hybrida Simple White

El Freesia blanco o Fresia es un bulbo que se encuentra en las floristerías desde hace mucho tiempo. Sus hermosos bohordos floridos, adornados con preciosas copas blancas muy perfumadas, son ideales para componer delicados ramos. Si disfrutas de un clima muy templado, podrás plantarlo en los bordes de los macizos para atraer a las abejas y iluminar el primer plano. Por el contrario, si tus inviernos son fríos, el cultivo en maceta será más práctico. Así, los alféizares y entradas se beneficiarán de su belleza y sus potentes fragancias.

Como su nombre indica, la Fresia es originaria de Sudáfrica y fue descubierta a finales del siglo XIX. Es una vivácea que ama el calor, prefiere una exposición soleada y no soporta en absoluto las heladas. Por lo tanto, deberás guardar el bulbo (el cormo, más concretamente) si tu región es propensa a las heladas. En cambio, en climas templados, podrá permanecer en el suelo y beneficiarse de un acolchado protector. Su época de floración dependerá de la estación en la que se plante. Si se planta en otoño, florecerá en abril-mayo. Si se instala en primavera, perfumará el verano. Su tamaño (35 cm de altura) le permite integrarse entre los bulbos de primavera. Su envergadura es reducida: sus hojas, caducifolias, son planas, lineales y envainadas. Su silueta está marcada principalmente por bohordos floridos curvados que portan delicadas flores dispuestas en racimos unilaterales. Miden de 2 a 3 cm de largo, tienen forma tubular y se abren en copa. De un blanco muy lechoso apenas teñido en el fondo por un ligero amarillo, dejan escapar del tubo estambres prominentes. Desprenden un aroma suave y dulce y también son delicia de los polinizadores.

El Freesia blanco se domestica para el placer de los sentidos. En regiones cálidas, se deslizará entre los bulbos de primavera para aportar su tono fresco y nacarado. Bajo cielos menos clementes, florecerá en verano al borde de los caminos para iluminar y perfumar el paso. Si dispones de un invernadero frío o una terraza acristalada, prioriza el cultivo en maceta. Así podrás disfrutar de una floración temprana que podrás mover según el sol.