Allium senescens subsp. montanum - Ajo decorativo

El Allium senescens subsp. montanum, también conocido como Ajo de montaña, es una bonita planta silvestre que se asemeja un poco al Cebollino. Esta planta tapizante forma una mata de follaje graminiforme y curiosamente ondulado, de un hermoso color glauco. Produce, desde principios del verano y hasta septiembre, una gran cantidad de flores en forma de pompón rosa chicle, del tamaño de pelotas de ping-pong. Su follaje, más o menos persistente según la crudeza del invierno, es comestible y sabroso, lo que permite su uso como condimento. Resistente y tolerante a la sequía estival, es una planta original para la rocalla y los bordillos soleados.

El Allium senescens subsp. montanum, extendido en el sur de Francia, es una perenne rizomatosa con bulbo, originaria de bosques, laderas pedregosas secas, estepas, praderas salinas y suelos gravosos de Europa occidental y Asia del Norte, desde Siberia hasta China y Corea. Este ajo botánico de la familia de las aliáceas (liliáceas) posee un órgano de reserva carnoso que se multiplica mediante la formación de bulbillos, permitiendo a la planta expandirse con los años, y comparte con otros miembros de su familia un olor a cebolla o ajo fácilmente perceptible al triturar su follaje. Las inflorescencias, elevadas a 35 cm de altura, corresponden a umbelas redondas que miden 2.5 a 3 cm de diámetro, compuestas por diminutas flores estrelladas de un bonito tono rosa claro, más o menos lila. Esta floración se renueva durante unos 4 meses, si el suelo permanece fresco. El follaje, caduco, está formado por numerosas hojas gruesas, largas y planas, de un hermoso tono verde azulado, mostrando una curiosa torsión debido a sus extremidades enrolladas. ¡Atención, si se encuentra a gusto, esta planta gana terreno rápidamente!

Fácil de cultivar y original, el Ajo de montaña aprecia todo tipo de suelo fresco durante su periodo de vegetación, seco en verano, pero siempre muy bien drenado y en situación soleada. Utilizado en un jardín de estilo silvestre o un jardín seco, en bordillos de caminos, también puede cultivarse en macetas para disfrutar de su hermosa floración y su delicioso follaje en un balcón o terraza.  Adorna tus ramos con sus flores, frescas o secas, aportarán un toque original. Plántalo en grupos de 5, intercalándolo entre gramíneas ornamentales, viváceas como las escabiosas o los Lychnis coronaria, o cerca de coreopsis y armérias. Por último, en la cocina, pica fino su follaje y añádelo a ensaladas, carnes a la parrilla o quesos frescos de cabra.