Picea abies Krasickiana - Pícea común

El Picea abies 'Krasickiana' es un cultivar de la pícea común que destaca por su porte llorón excepcional. Es un árbol de gran estatura, relativamente estrecho, con ramas colgantes, que crece rápidamente durante sus primeros años. Su follaje denso y de un hermoso verde oscuro sigue siendo atractivo incluso en invierno. Este magnífico pícea llorona es especialmente llamativa cerca de un estanque, cuando su silueta se refleja en el agua.

El Picea abies 'Krasickiana' fue descubierto en Polonia por M. Krasicki en sus bosques cerca de Lesko e introducido por primera vez en el mercado hortícola por Feliks Rożyński en 1908. La especie tipo, Picea abies, también llamada pícea común o pícea roja, es una conífera perenne perteneciente a la familia de las Pináceas, originaria del norte de Europa. En su entorno natural, presenta un porte típicamente cónico y piramidal y puede alcanzar los 30 m de altura. Esta especie se utiliza tradicionalmente como árbol de Navidad en Europa. Aprecia los suelos drenados y frescos y no teme las temperaturas muy bajas. El Picea abies 'Krasickiana' puede alcanzar una altura impresionante de 30 m a largo plazo, con una envergadura de 4 a 5 m en la base. Su crecimiento es rápido en sus primeros años, del orden de 5 a 6 m en diez años. Desde joven, 'Krasickiana' destaca por sus largas ramas que cuelgan con gracia hasta el suelo, otorgando al árbol una silueta muy decorativa. En los ejemplares más viejos, son principalmente las ramas secundarias las que son colgantes. El follaje está compuesto por agujas rígidas, cortas, punzantes, de un rico verde oscuro, implantadas alrededor de las ramillas, en "escobilla". Los ejemplares maduros pueden producir órganos reproductores. Los conos femeninos, colgantes y oblongos, de 10 a 15 cm de largo, son de color púrpura, mientras que los conos macho, de color rojo, se tiñen de amarillo por el polen. La corteza es inicialmente lisa y de un gris claro. Con el tiempo, se vuelve más rugosa y escamosa, adquiriendo un tono gris-marrón más oscuro a medida que el árbol envejece. El sistema radicular de las píceas es superficial y rastrero, lo que las hace difíciles de trasplantar cuando son adultas y particularmente sensibles al viento.

La pícea llorona 'Krasickiana', por sus cualidades ornamentales excepcionales, se convertirá en la estrella de un parque o un gran jardín. Su silueta destaca admirablemente sobre un cielo despejado. No tendrá rival cerca de un punto de agua, no lejos del romántico sauce llorón o del fresno llorón, por ejemplo. Las auténticas cualidades gráficas de las coníferas se imponen naturalmente en el diseño de un jardín contemporáneo, que resalta el esteticismo de las formas, siluetas y texturas. Estas plantas, con su permanencia tranquilizadora, marcan el paisaje. Se asocian bien con los mahonias sin espinas, las brezos o las gramíneas de temperamento muy complementario.