Rhododendron Tortoiseshell Orange

El Rhododendron 'Tortoiseshell Orange' es un antiguo híbrido inglés dotado de una personalidad única. Fuera de la floración, se le reconoce a primera vista por su hermoso follaje perenne. Las hojas, particularmente estrechas y alargadas, son de un verde muy oscuro. A finales de mayo, es su floración suavemente flamígera lo que lo distingue: sus grandes flores, agrupadas en ramilletes sueltos no exentos de cierto encanto, evolucionan del amarillo pálido al rojo anaranjado, pasando por tonos rosados y salmón. Con su desarrollo moderado y su carácter atractivo durante todo el año, este Rhododendron se impone como uno de los más originales. Plántalo en un macizo de tierra de brezo o en una gran maceta, a media sombra o al sol tenue.

Los Rhododendrons son plantas de la familia de las ericáceas, al igual que las brezos, que prefieren en su inmensa mayoría suelos sin caliza, con tendencia ácida, y climas húmedos. 'Tortoiseshell Orange', obtenido en Inglaterra en 1947, es resultado del cruce entre la variedad 'Goldsworth Orange' y la especie botánica Rhododendron griersonianum.

'Tortoiseshell Orange', de crecimiento bastante lento, forma naturalmente un arbusto de porte redondeado y erguido, de 1,20 m de altura por 1 m de envergadura a los 10 años. El arbusto muestra una vegetación armoniosa y una silueta bastante regular, redondeada y compacta. Sus hojas persistentes, de un verde muy oscuro ligeramente azulado con acabado satinado, son de forma estrechamente lanceolada y cubren bien la planta. La floración de esta variedad es bastante tardía, generalmente comienza a finales de mayo. Agrupadas en corimbos sueltos de 5 a 12 unidades en los extremos de las ramas, florecen hermosas y grandes flores campanuladas con bordes poco ondulados. Su color evoluciona del amarillo pálido al rojo anaranjado suave, pasando por diferentes matices de rosa cálido, siendo el centro de las flores más anaranjado.

El Rhododendron 'Tortoiseshell Orange' es un arbusto seductor, resistente hasta -15°C y fácil de cultivar siempre que las condiciones le sean favorables en cuanto a exposición, suelo y clima. Los "rododendros" son arbustos tan exclusivos como ornamentales que prosperan admirablemente en nuestros climas normandos y bretones, en suelo ácido. Cuando son de estatura modesta como 'Tortoiseshell Orange', permiten vestir de la manera más bella un pequeño espacio de media sombra del jardín, pero también la terraza o el balcón. Se puede plantar, por ejemplo, en compañía de camelias, azaleas, andrómedas, magnolios caducos... que aprecian las mismas condiciones de cultivo y acompañan su floración primaveral. Los arces japoneses aportan ligereza a sus siluetas a veces masivas. Las hortensias, por su parte, serán buenas compañeras para el verano y el otoño. Los bulbos de floración primaveral o estival (tulipanes, lirios orientales), así como los helechos, heucheras y hostas ocuparán el primer plano de los grandes macizos de plantas de tierra de brezo. El cultivo en maceta requiere riegos regulares, con agua no calcárea, y aportes de abono específico para plantas de tierra de brezo. Los grandes rododendros, por su parte, son absolutamente espléndidos en un seto.