Potentilla fruticosa Goldfinger

La Potentilla fruticosa 'Goldfinger' es un cincoenrama leñoso de gran tamaño, que ofrece durante tres meses flores simples en forma de copa, de un amarillo brillante y muy uniforme. Esta variedad resistente cuenta con un follaje denso, de color verde oscuro, con un revés sedoso ligeramente plateado que forma un hermoso marco para sus corolas que recuerdan a bonitas flores silvestres amarillas. Este cincoenrama leñoso, fácil de cultivar, se adapta a cualquier lugar, en macizos pero también en grandes macetas en la terraza. Es una planta muy gratificante y fácil de cultivar en cualquier tipo de suelo pero drenado.

La Potentilla fruticosa es un arborito leñoso que pertenece a la familia de las rosáceas, al igual que los rosales. La variedad 'Goldfinger', al igual que ella, es un arborito caduco y denso, que mide aproximadamente 1,20 m en todas direcciones. Forma un arbusto de porte muy redondeado, con ramas delgadas y ramificadas. Su follaje es caduco, el pequeño tamaño de las hojas divididas en folíolos estrechos aporta una bonita ligereza a la silueta verde oscuro. Una ligera pilosidad blanca en el envés de las hojas les da un aspecto sedoso y ligeramente plateado. Sus flores delicadas tienen forma de copas de 5 cm de diámetro, con cinco pétalos amarillo vivo, un poco ocráceo y estambres dorados. La abundante floración, que comienza en mayo/junio y termina con las primeras heladas, si el otoño es suave, es más intensa a principios del verano, luego pierde algo de vigor a lo largo de la temporada, dependiendo de la frescura del suelo.

A pleno sol, los cincoenramas leñosos producen flores de colores brillantes; en media sombra, el color será un poco menos intenso. Plantas sin complicaciones, generosamente floríferas y de colores muy bonitos, los cincoenramas leñosos son ideales para alegrar el jardín o el balcón, de forma duradera y sin esfuerzo. Con su apariencia de rosal espinosísimo y sus muy modestas exigencias, pueden utilizarse de múltiples formas y colocarse en cualquier lugar: en macizos floridos, rocallas, bordillos, setos bajos, contenedores... En la mayoría de nuestros climas y en cualquier suelo bien drenado.

Quedarán muy bien acompañadas de dalias, Iris germanica, aquileas, gauras, rudbeckias. Se asociarán idealmente con plantas mediterráneas (lavanda, romero, jara, hinojo, siempreviva, teucrio), para crear un ambiente cálido y perfumado. Para crear una escena muy gráfica, se pueden combinar con plantas de porte más esbelto o despeinado (phormiums, gramíneas, euforbias, chispas). En un talud o una rocalla, donde quedarán perfectamente si tu tierra de jardín es pesada y arcillosa, se mezclan con coníferas enanas o rastreras, ceanotos rastreros o rosales cubresuelos y paisajísticos.