Laurel portugués Variegata - Prunus lusitanica

El Prunus lusitanica Variegata, también llamado laurel portugués, forma un gran arbusto o un pequeño árbol persistente, de porte cónico y denso. Seduce con su hermoso follaje abigarrado, de un verde oscuro brillante, más o menos marginado de blanco-crema. También ofrece, a finales de primavera, el espectáculo de sus racimos de flores blancas, alargadas y espumosas, cuyo perfume atrae a los insectos libadores. Estas son seguidas por frutos rojos que luego se vuelven negros. Esta variedad es ideal en terrenos drenados, frescos a secos, incluso calcáreos, plantada en un seto libre o podado, o formado en topiario. Menos resistente que su primo el laurel cerezo, también es tolerante a la sequía y mucho más ornamental.

El Laurel portugués es un arbusto perteneciente a la familia de las rosáceas. Es originario de España y Portugal, pero se ha naturalizado en el suroeste de nuestro país, especialmente en el País Vasco.

El cultivar 'Variegata' solo se diferencia por el color de su follaje abigarrado. Puede alcanzar 6-8 metros de altura, muestra un crecimiento lento, un porte tupido, y tiene ramas rojas. Sus hojas persistentes, ovaladas, dentadas, de 6 a 12 cm de largo, son verde oscuro brillante, bordeadas de blanco-crema. En junio, produce flores blancas, en forma de copa, de 1,5 cm de diámetro, perfumadas y melíferas, reunidas en racimos estrechos, colgantes, de 12 a 15 cm de largo. Los frutos son pequeñas bayas ovaladas, de 8 mm, rojas que viran al púrpura oscuro y luego al negro, muy tóxicas si se ingieren.

El Laurel portugués requiere un suelo profundo y suelto, especialmente en las regiones cálidas de nuestro país. Se adapta bien al clima oceánico, pero también al clima mediterráneo. Se utiliza a menudo en setos perennes, podados o no, en asociación con la Fotinia serratifolia, el Eleagnus ebbingei, el durillo, el Cotoneaster lacteus y el naranjo de Méjico. También puede plantarse aislado y formarse en topiario.

Consejo: No podes al inicio de la temporada para disfrutar plenamente de la floración.