Hypericum olympicum Citrinum - Hipérico

El Hypericum olympicum Citrinum, también llamado Hierba de San Juan griega o Hierba de San Juan del Monte Olimpo, es una vivácea o subarbusto semiperenne que adora el sol y es muy resistente a la sequía. Sus flores de un amarillo limón claro, bien abiertas y con un mechón de estambres centrales, son abundantes y bastante decorativas. Florecen en verano, sostenidas por tallos finos sobre un follaje verde grisáceo un poco más ancho que la especie tipo y de 2-3 cm de largo. Esta planta retoñando por la raíz y muy resistente forma un buen cubresuelos denso para rocallas y bordillos, en suelo drenado.

La Hierba de San Juan del Monte Olimpo es una planta de la familia de las Clusiáceas, a veces clasificada por algunos autores en la de las Hipericáceas. Se trata de una vivácea semiperenne con tocón leñoso y retoñando por la raíz, prima de los hipéricos arbustivos tan plantados en nuestros jardines. De sus orígenes griegos, pero también balcánicos, sirios y turcos, ha conservado un gusto por las situaciones soleadas y una buena tolerancia a los suelos pobres y secos. La planta forma una mata muy densa, de 30 cm de altura, produciendo numerosas ramas erectas en el centro, mientras que en la periferia de las matas son arqueadas o incluso postradas. Sus hojas oblongas de un tono verde grisáceo miden unos 2.5 cm de largo. La floración, abundante, tiene lugar en junio-julio, más o menos temprano según el clima, y a veces vuelve a florecer en septiembre-octubre. Las flores, reunidas en racimos pequeños terminales, están compuestas por 5 pétalos amarillo vivo que rodean un pequeño mechón de estambres salientes amarillo dorado. Este hipérico se propaga lentamente por los tallos postrados que enraízan al contacto con el suelo.

El Hypericum olympicum Citrinum es una excelente planta para jardines secos o rocallas, original por su coloración muy clara. Se adaptará bien en suelos drenados, incluso calcáreos, en compañía de antenarias, globularias, ibéris o heliántemos. También forma bordillos muy densos, para colocar delante de arbustos aromáticos como lavandas, romeros, lavateras arbustivas o artemisas blancas. También se adaptará bien en un talud soleado, en cascada sobre un murete, en un enlosado... También quedará muy bien en primer plano de macizos de plantas perennes o parterres elevados. Se puede asociar con muchas otras plantas de jardín rocoso: Erigeron, Dianthus, Alhelí, pero también plantas perennes como Iris germanica, cistus, helenios, ipomea, coreopsis, salvia arbustiva, lino azul.