Arce japonés Dissectum Viridis - Acer palmatum

El Acer palmatum 'Dissectum Viridis' es una variedad de arce japonés con un porte muy amplio, colgante en cascadas, que muestra hojas palmeadas con lóbulos profundos y finamente dentadas. Con tonos verdes tiernos en primavera, el follaje se oscurece en verano y se enciende en otoño con matices amarillos dorados, naranjas, rojos y púrpuras. Es un árbol caducifolio compacto de crecimiento lento, más ancho que alto, ideal para plantar aislado al borde de una terraza o en maceta en un gran balcón. Vigoroso, teme menos el sol que otros cultivares, pero prospera en ubicaciones protegidas, no abrasadoras, con suelos frescos, ricos, drenados, de ácidos a neutros.

Originario del este de China, Corea y Japón, el Acer palmatum es el origen de una multitud de variedades hortícolas que rivalizan en belleza. El arce palmeado japonés pertenece, como todos los arces, a la familia de las aceráceas. Es relativamente resistente, pero teme los vientos secos y fríos, las exposiciones abrasadoras y los suelos secos y calcáreos. El cultivar 'Dissectum Viridis' muestra un crecimiento bastante lento como otros arces japoneses. Su porte es extendido y sus ramas son colgantes. Alcanzará, según las condiciones de cultivo, un máximo de 2 m de altura y 3 m de ancho. En primavera, este pequeño árbol desarrolla brotes jóvenes de un verde tierno. Se despliegan en hojas palmeadas divididas en 7-9 lóbulos bien separados, finamente dentados. En verano, la lámina foliar se oscurece en un amarillo-verde claro. Justo antes de caer, las hojas adquieren tonos amarillos, naranjas, e incluso rojos y púrpuras. La floración, discreta, ocurre en mayo-junio. Las flores agrupadas en pequeños ramilletes producen a veces algunos frutos con alas curvadas, llamados sámaras, de 3 cm de largo.

El Acer palmatum 'Dissectum Viridis', por la claridad de su follaje y su elegancia natural, destaca desde lejos, ya sea en el jardín o plantado en maceta en la terraza. Extremadamente decorativo desde primavera hasta otoño, merece un lugar destacado. El arce japonés no es propiamente una planta de tierra de brezo, pero prefiere suelos ricos en humus y que permanezcan frescos. Las azaleas de China, andrómedas, hortensias, camelias campestres, helechos y brezos serán sus mejores compañeros. Puede formar un magnífico bonsái para cultivar en recipiente plano. Combina varias variedades de arces japoneses para variar colores y estructuras de los follajes, el efecto es siempre deslumbrante al final de la temporada. Los tonos verdes tiernos se asocian a la perfección con arbustos de follaje púrpura como el del rododendro 'Wine & Roses' o los follajes abigarrados de algunos grandes Hostas y cornejos.