Clematis hirsutissima

<p>La clemátide es una planta trepadora que tiene mucho que ofrecer, pero que también requiere ciertos cuidados. <strong>Sus flores espectaculares la convierten en la reina de las plantas trepadoras</strong>, capaz de transformar cualquier espacio en un jardín de ensueño. Las diferentes variedades permiten floraciones escalonadas, asegurando así un espectáculo colorido casi todo el año.</p> <p>Sin embargo, la clemátide tiene sus exigencias: <strong>le gusta el sol, pero necesita tener el cuello a la sombra</strong>. El suelo debe estar <strong>bien drenado</strong>, pero <strong>manteniéndose fresco</strong>, lo que puede requerir acolchado. También es sensible a ciertas enfermedades y parásitos, por lo que se recomienda una vigilancia regular.</p> <p>La poda es otro aspecto que no debe descuidarse. <strong>Según la variedad, puede necesitar una poda justo después de la floración o a finales de primavera</strong> para las variedades de flores grandes. Una poda adecuada estimulará una floración más abundante y saludable.</p> <p>Por último, no olvidemos que <strong>la clemátide necesita un soporte sólido para sus</strong> <strong>tallos volubles</strong>. Ya sea una pérgola, una valla o incluso un árbol, asegúrate de proporcionar un soporte adecuado. Para aquellos que tienen poco espacio, la buena noticia es que <strong>también puede cultivarse en macetas</strong>, lo que la hace ideal para terrazas y balcones.</p>