Manzano Belle Fille de Salins

El Manzano de flor 'Belle Fille de Salins' es una variedad antigua, tardía, originaria del Jura, muy apreciada por su gran resistencia al frío. Productivo, produce deliciosas manzanas pequeñas y coloridas, cuya epidermis amarilla estriada de rojo cubre una pulpa blanca, crujiente, jugosa con un aroma que incluye una sutil nota de almendra. Los frutos se cosechan en el mes de octubre. Son excelentes manzanas, de tamaño bastante pequeño, igual de buenas crudas que cocidas. También ofrecen la ventaja de una larga conservación, se mantienen hasta junio si se almacenan en muy buenas condiciones.

El manzano (Malus domestica) es un árbol frutal que pertenece a la familia de las rosáceas. Se cultiva casi en todo el mundo y comprende una infinidad de variedades, antiguas o modernas, que producen manzanas más o menos grandes y de sabor más o menos dulce o ácido. Los manzanos son árboles autóctonos en Europa, y especialmente en Francia, donde su presencia está documentada desde la antigüedad. Muy resistente, la variedad 'Belle Fille de Salins' aguanta fácilmente hasta -20°C y florece muy tarde, generalmente a mediados de mayo, lo que protege sus flores de las heladas tardías. Es una variedad resistente a las enfermedades, incluida la sarna, y es ideal en climas fríos y en zonas de media montaña. Este manzano no es autofértil, por lo que, para fructificar en abundancia, deberá plantarse cerca de variedades cuya floración ocurra en la misma época.

El tamaño del manzano de flor no supera los diez metros de altura y casi lo mismo de ancho. Este tamaño puede ser incluso mucho menor dependiendo del vigor del portainjerto utilizado. Este frutal suele presentarse como un árbol con un tronco alto que luego se extiende de forma natural. Se presenta en diferentes formas (copa, de media talla, tronco alto…) y puede cultivarse de muchas maneras (en columna, en cordón, en espaldera…). Las hojas del manzano son caducifolias y se disponen de forma alterna en las ramas. Su lámina foliar es ovalada y dentada. Presentan una cara superior verde oscuro y una inferior blanquecina, algo vellosa. El manzano produce, en primavera, flores blancas o blanco rosáceas agrupadas en corimbos. Las flores del manzano están compuestas por 5 pétalos, estas flores blancas rodean un centro formado por unos 20 estambres. Dan lugar a frutos carnosos, esféricos y llenos de pepitas. Su color, tamaño, sabor y duración de conservación varían según las variedades.

El manzano se cultiva en todos los climas, pero aprecia especialmente las regiones templadas, más bien húmedas, como Normandía. Le gusta el sol en cualquier suelo razonablemente húmedo y rico. Tradicionalmente, se planta en el corazón de un huerto, pero también puede cultivarse aislado e incluso en un seto. Es un árbol frutal fácil que requiere, como mínimo, una poda de aclareo. Una verdadera poda de fructificación evitará el fenómeno de alternancia (fructificación un año sí y otro no). Una aportación anual o bienal de compost bien descompuesto también favorece la productividad de los manzanos. Las manzanas se cosechan a finales de verano y otoño y a veces pueden conservarse durante mucho tiempo en bodega y consumirse hasta principios de primavera. Las manzanas se prestan a muchas preparaciones culinarias (compota, tartas, mermeladas), pero también permiten elaborar zumo de manzana o sidra.

Este árbol frutal se entrega con cepellón "listo para plantar". Durante la plantación, el cepellón debe plantarse tal cual. La tela biodegradable que rodea el cepellón y protege las raicillas se descompondrá por sí misma durante el crecimiento de la planta. Al proceder así, aseguras un mejor arraigo.