Convallaria majalis - Lirio de los valles

El Convallaria majalis no es otro que el auténtico lirio de los valles de nuestros bosques, esta pequeña vivácea emblemática del mes de mayo cuyas campanillas blancas puras perfuman el jardín. Es una perenne rizomatosa que prefiere la media sombra y la frescura, pero realmente poco exigente con el suelo, el clima y la exposición. Planta de leyendas y amuleto de la suerte, el lirio de los valles se lleva bien en el jardín con la hierba doncella y los corazones de María. Puede formar bonitas macetas floridas y tiene su lugar en las jardineras compuestas.

El Convallaria majalis, conocido como Lirio de los valles de los floristas y cariñosamente apodado Lirio del valle, o lirio de los valles, es una planta de la familia de las asparagáceas, o de las liliáceas según la clasificación. Esta vivácea tapizante muy resistente está distribuida en las regiones templadas frescas del norte y oeste de Europa, Asia occidental y boreal y América del Norte. Se encuentra el lirio de los valles hasta los 2000m de altitud. En Francia, crece espontáneamente en la mayor parte del territorio, generalmente en suelo calizo, excepto en la zona mediterránea.

El lirio de los valles se extiende en una mata alta de 15 a 20cm de altura, colonizando el terreno a través de sus raíces carnosas en grandes extensiones si las condiciones le son favorables. Su tocón es profundo. Las hojas y los tallos con flores emergen directamente del rizoma en primavera. El bohordo floral desnudo, erguido, está envuelto en la base por las vainas de 2 grandes hojas basales lanceoladas, anchas de 3 a 6cm y largas de 10 a 15cm, gruesas, acanaladas, de un verde medio vivo. De abril a junio según el clima, durante 2 a 3 semanas, la planta despliega racimos de pequeñas flores muy fragantes, en forma de pequeñas campanillas, dispuestas de manera unilateral en el tallo. La floración es seguida por la formación de pequeñas bayas rojas venenosas para el ser humano.

Muy resistente y fácil de cultivar, el lirio de los valles de los floristas crece en todas partes, al sol como a la sombra pero requiere un suelo ligero y que conserve cierta frescura para florecer bien y propagarse abundantemente. Plántalo en el borde del bosque, en bordillos con exposición este, cerca de un lugar de paso para disfrutar de su perfume. Asócialo con corazones de María, ophiopogons, hierbas doncellas, lamios o epimedios. En la región mediterránea, será necesario proporcionarle algunos riegos espaciados en verano.

En su entorno natural, el lirio de los valles es un muy buen indicador de antigüedad y diversidad del bosque.