Rosal Cremosa

El Rosal arbustivo 'Cremosa' es una variedad irresistible, cuyo colorido y excelente salud no pueden dejar indiferente. Se trata de un pequeño arbusto de tamaño modesto pero de gran generosidad, que florece en oleadas sucesivas desde principios del verano hasta los primeros fríos. Sus pequeñas rosas son absolutamente encantadoras, en un degradé pastel de albaricoque rosado y crema, agrupadas en ramos esponjosos. Están perfectamente realzadas por un hermoso follaje verde oscuro brillante que se mantiene atractivo durante toda la temporada. Un rosal encantador y sin complicaciones, para el jardín o el balcón, para regalar o regalarte por puro placer.

El Rosal Cremosa®, introducido por el rosalista alemán Kordes en 2018, recibió en 2009 el sello alemán ADR, uno de los más exigentes del mundo. Las variedades son evaluadas en condiciones reales, sin ningún tratamiento sanitario durante tres años y en diversas condiciones de cultivo. Se valoran por su belleza, floración, aroma, color, vegetación, porte, rusticidad, crecimiento y resistencia a las enfermedades fúngicas. Hasta la fecha, solo 183 variedades han recibido este sello.

'Cremosa' forma rápidamente un arbusto de porte tupido y abierto, de 70 a 80 cm de altura y 40 cm de envergadura, trepador. Es una variedad del tipo floribunda, cuyas flores brotan agrupadas en ramos. Son bien dobles, de unos 6 cm de ancho, evocando ligeramente pompones. Los pétalos están ligeramente dentados y curvados hacia afuera. Su color es bastante indefinible, oscilando constantemente entre el naranja y el rosa salmón pastel, terminando en crema. El centro de la flor tiene un tono más intenso que el perímetro, creando un encantador degradé. La floración es abundante en junio, luego se renueva con un poco menos de generosidad varias veces hasta octubre si el suelo permanece fresco. Las ramas lucen desde la primavera un follaje brillante y denso, rojo oscuro cuando es joven, volviéndose verde oscuro. Su resistencia a enfermedades es excelente. Las hojas, caducifolias, caen en otoño.

Este rosal arbustivo Cremosa, con su exquisita floración, merece un marco igualmente elegante y un lugar cerca de la casa. Algunas plantas perennes con flores ligeras (Ásteres de otoño, digitales, grandes sedums), así como las gramíneas, son ideales para realzar su belleza y acompañarlo hasta tarde en la temporada. Combínalo también con geranios perennes de flores azules, lavandas, campanillas y népetas. Plantado en grupos de 3 a 5 sobre un tapiz de carraspique (Cerastium tomentosum), formará un delicioso macizo que requerirá muy poco mantenimiento. También puedes colocarlo en una maceta grande en tu terraza o balcón. Sus flores son ideales para hermosos ramos románticos, acompañadas de peonías y lila blancas.