Blechnum penna-marina - Helecho

El Blechnum penna-marina, a veces llamado Blechne o simplemente blechnum, es un pequeño helecho resistente y rastrero originario de Nueva Zelanda y Australia, que se adapta bien a suelos húmedos o encharcados. Esta especie forma un tapiz de rosetas compuestas casi exclusivamente de frondas estériles lineales, de aspecto satinado y un hermoso color verde abeto. Son persistentes, coriáceas y dan un aspecto muy limpio a la vegetación. Este helecho constituye un excelente cubresuelos en rocallas húmedas con suelo húmico, en una exposición soleada o muy luminosa.

El Blechnum penna-marina es una planta de la familia de las blechnáceas, nativa de Oceanía pero también extendida en América del Sur (Argentina, Chile) donde comúnmente se le llama Pinque o Punque. Su hábitat natural está principalmente compuesto por lugares húmedos, pantanosos o encharcados, situados en regiones subalpinas, donde la nieve y las heladas son frecuentes.

Este bonito helecho anclado en un rizoma rastrero forma rosetas algo sueltas de frondas estériles, coriáceas, estrechas, divididas en 2 filas de pínnulas alargadas, dispuestas como escamas de pez y de color verde oscuro. Estas rosetas no superarán los 20 cm de altura, con una envergadura de 40 a 50 cm como mínimo, y mucho más con el tiempo. Luego, en verano, aparecen en el centro de la mata las frondas juveniles que muestran un color verde particularmente brillante, matizado de rosa y púrpura hacia su extremo. Esta especie casi nunca produce frondas fértiles y se reproduce principalmente por vía vegetativa.

Menos común que otras especies como los helechos macho y hembra, este bonito helecho tapisante aprecia los bordes de puntos de agua y los lugares soleados donde el agua fluye continuamente. Se fijará sin dificultad en una rocalla húmeda y semisombreada, en un suelo sin demasiado calcio, o cerca de un punto de agua, acompañado de Rodgersia, Petasites, hierba de San Cristóbal, con su base adornada por Houttuynia cordata 'Cameleon'. También es una planta muy romántica, perfecta para decorar los alrededores de una pequeña cascada o los vestigios musgosos de una construcción de mampostería, anidada en los huecos de las piedras.