Clematis integrifolia - Clemátide

La Clematis integrifolia, a veces llamada Clemátide de hojas simples, es una curiosa pequeña clemátide herbácea con pequeñas flores en forma de campanillas azules, formando una mata exuberante y no una liana enredada en la que florecen grandes flores en estrellas multicolores. Es injustamente poco conocida y muy poco utilizada en nuestros jardines, a pesar de su generosa floración de verano en campanillas azules delicadamente perfumadas y finas como porcelana y su gran adaptabilidad a todo tipo de climas y suelos. La vegetación de esta clemátide botánica, como la de muchas viváceas, desaparece completamente en invierno.

El género Clematis pertenece a la familia de las ranunculáceas. La Clematis integrifolia es una clemátide herbácea con base leñosa originaria del sur de Europa, Europa central, Rusia y China.  Es una planta vivácea poco trepadora, con largos tallos foliados, que  forma una mata tupida que no supera 1 m de altura, para una extensión de 1 m². Lenta para fijarse, la planta se enraíza profundamente en el suelo antes de mostrar en los años siguientes un crecimiento exponencial, volviéndose moderadamente retoñando por la raíz al cabo de unos años de cultivo. Cada primavera, una multitud de tallos surgen directamente de su base. Portan hojas pequeñas enteras, ovaladas a elípticas, de un verde profundo y brillante. Las flores se abren en abundancia a finales de primavera, y luego, más esporádicamente, durante todo el verano entre el follaje. Son de forma campanulada, de color azul violáceo, compuestas de 4 pétalos soldados y ligeramente retorcidos. Miden de 4 a 5 cm de largo y esconden en su garganta estambres con anteras crema. La floración es seguida por la formación de frutos plumosos y plateados, muy decorativos al final de la temporada. Esta clemátide silvestre soporta bastante bien la sequía una vez bien establecida y prefiere situaciones soleadas no abrasadoras.

Planta la clemátide integrifolia en compañía de tus rosales liana para acompañar su primera floración y cubrir su base a veces un poco despejada. Las clemátides representan un género rico en diversidad, existen de todos los colores, todas las formas y todos los tamaños. Aprovecha su facilidad de cultivo para darle a tu jardín un pequeño aire romántico y bohemio. La exquisita y robusta Clematis integrifolia, gracias a su modo de vegetación herbáceo, se sentirá perfectamente en macetas en un balcón, o en un talud invadido de arvejas de primavera, hiedra abigarrada, vincas de flores pequeñas, Coreopsis y euforbias.