Ruibarbo - Rheum rhaponticum

El Ruibarbo (Rheum rhabarbarum) o Ruibarbo es una planta hortícola vivácea y muy resistente, que puede alcanzar de 1 m a 1,50 m de altura y un ancho similar. Se cultiva por sus peciolos, que se preparan en compotas, mermeladas o confituras, mientras que sus hojas son tóxicas. La plantación se realiza en primavera en regiones frescas y en otoño para climas templados.

Originaria de Asia, el Ruibarbo pertenece a la familia de las Polygonáceas. Utilizada como planta medicinal desde la Antigüedad, no se consume como alimento hasta el siglo XVIII. Fue Marco Polo quien la introdujo en Europa.

El Ruibarbo es una planta vigorosa, que produce, una vez bien establecida, grandes hojas de las cuales se consume el peciolo, generalmente verde con tonos rojos. Su floración no es sistemática y ocurre en junio, en forma de panículas de flores blancas. Es más bien ornamental, pero puede afectar el desarrollo de las hojas y debilitar la planta. Por ello, se recomienda eliminar los tallos con flores antes de que se desarrollen.

En el jardín, prospera mejor en suelo húmedo, fértil y en clima fresco. Debes plantarla en suelo rico, al sol o en media sombra, asegurándote de dejar un espacio suficiente para su desarrollo, al menos 1 metro, incluso 1,5 metros cuadrados.

La temporada principal de producción del Ruibarbo es en mayo-junio, pero suele ofrecer algunos peciolos en septiembre-octubre. En la cocina, los peciolos se consumen cocidos en mermelada, compota, confitura o como relleno de tartas. Su sabor ácido combina bien con el de la fresa, ¡prueba esta combinación en un crumble, es un deleite! La compota de Ruibarbo también puede acompañar platos salados, especialmente carnes blancas.

El Ruibarbo tiene propiedades aperitivas, astringentes y refrescantes, y contiene vitaminas (B, C) y minerales (calcio, magnesio, hierro). Pero, cuidado, sus hojas, ricas en ácidos oxálicos, son tóxicas.

Cosecha: A partir del segundo año, los peciolos se cosechan principalmente en mayo-junio, seguido de una segunda cosecha en septiembre-octubre.

Conservación: Los peciolos de Ruibarbo se conservan unos días en el cajón de verduras del refrigerador o varios meses, cortados en trozos, en el congelador.

El truco del jardinero: las hojas de Ruibarbo son tóxicas, pero pueden usarse para preparar un purín repelente contra los pulgones.