Lonicera xylosteum - Cerecillo de Europa

El Lonicera xylosteum, conocido como madreselva de los setos, madreselva de escobas o también camériso de escobas, forma parte de nuestra flora silvestre. Es un arbusto caduco vigoroso y muy tupido que no trepa, sino que forma una hermosa masa de follaje gris-verdoso con pelusa desde la primavera hasta el otoño. Florece en blanco a amarillo pálido a finales de primavera y luego produce pequeños frutos rojos y translúcidos, decorativos y apreciados por las aves. Esta planta resistente y sin complicaciones debería gustar a los amantes de jardines naturalistas y setos campestres, podados o no, tanto densos como de aspecto natural, y en particular a los propietarios de pequeños jardines que lo mantendrán mediante poda a menos de 2 m de altura.

El Lonicera xylosteum es un arbusto caduco de la familia de las caprifoliáceas originario de Europa, el Cáucaso y Siberia. En la naturaleza, se encuentra en bosques, setos y matorrales, a menudo en suelo calizo. Presenta una vegetación naturalmente tupida y ramificada, algo enmarañada, con un porte denso y tupido. El crecimiento, lento en ejemplares jóvenes, se acelera posteriormente. Alcanzará en promedio 2,50 m de altura y de 1,75 m a 2 m de envergadura. Sus ramas flexibles, primero erectas y luego ligeramente colgantes en sus extremos, llevan hojas enteras, de forma ovalada, de 3-6 cm de largo y 2-4 cm de ancho, ligeramente puntiagudas en su extremo. Son de color gris-verdoso en el haz y cubiertas de una fina pelusa, volviéndose amarillas en otoño antes de caer. De mayo a junio aparecen a lo largo de los brotes en las axilas foliares numerosas pequeñas flores bilabiadas, blancas a amarillo crema. Esta floración ligeramente aromática y nectarífera es seguida en verano por racimos de pequeños frutos rojos y translúcidos, que destacan bien sobre el follaje bastante oscuro. Esta madreselva arbustiva también posee una bonita corteza grisácea que se exfolia con la edad.

Adopta el Lonicera xylosteum en cualquier suelo, incluso calizo, pero preferiblemente fresco. Este arbusto prosperará en media sombra o al sol, pero la floración será más generosa al sol. La poda no es obligatoria, pero se tolera muy bien después de la floración, esto no perjudicará en absoluto la salud de la planta mientras aumenta su densidad. Encontrará su lugar en todos los jardines, incluso de tamaño modesto, en un seto de separación, podado o libre. También luce maravillosamente en macizos de arbustos tan fáciles de cultivar como él, como otras madreselvas arbustivas (Lonicera tatarica Arnold's Red), Weigelias o Dipelta, membrilleros de Japón (Chaenomeles x superba), Deucia, Enkiantus campanulatus, Exochorda racemosa, Forsitias o Kolkwitzia. Las aves son aficionadas a sus bayas y encuentran refugio en sus ramas en primavera y verano.