Jara - Cistus creticus

Cistus creticus, el cisto de Creta, es un arbusto mediterráneo persistente, bastante poco resistente. Se cubre en primavera de una profusión de corolas efímeras similares a rosas silvestres, en seda arrugada rosa intenso. En primavera, sus frágiles y conmovedoras flores solo viven un día, pero se renuevan continuamente entre el follaje lanoso, verde grisáceo, ligeramente aromático. Esta planta está perfectamente adaptada a la sequía y al viento salado, perforando los pedregales de las garrigas calcáreas o los matorrales silíceos con sus raíces profundas para extraer su fuerza. Ofrécele un talud seco y pobre, sol y mucho calor.

 El cisto de Creta pertenece a la familia de las cistáceas. Es originario de las islas mediterráneas, principalmente de Creta. Este arbusto ramificado presenta un porte tupido y extendido. Alcanzará 100 cm de altura, con un diámetro de 100 cm. Su crecimiento es bastante lento, la planta envejece relativamente bien y desaparece después de 12 a 15 años. La floración ocurre en primavera o principios de verano según el clima, dura aproximadamente un mes. Las flores, en corolas redondas bien abiertas, de 4 a 4.5 cm de diámetro, son de un rosa intenso y brillante, realzadas en el centro por numerosos estambres amarillo vivo. Los pétalos se superponen ligeramente. Viven apenas un día, cubriendo el suelo con sus pétalos al final de la tarde, pero ya serán reemplazadas a la mañana siguiente. El follaje, persistente, está compuesto de hojas gruesas y acanaladas, ovaladas, irregularmente onduladas, verde grisáceas, pubescentes, que miden de 3 a 5 cm de largo. Los brotes jóvenes son más o menos glandulares y aromáticos.

Este bonito arbusto de rocalla y terrenos pobres está perfectamente adaptado a la sequía. Crea un macizo persistente para acompañar tu cisto, evoca la garriga, mezclando los follajes y aromas de lavandas, romeros, tomillos y salvias. Añade amapolas de California y euforbias de terrenos secos para un poco de dinamismo en tu composición. Al sur del Loira, puedes plantarlo en terreno abierto, sin embargo, para las regiones más al norte, el cultivo en macetas grandes es posible, cuida entonces el drenaje y riega abundantemente pero de manera espaciada en el tiempo, dejando que el sustrato se seque entre dos aportes de agua.

Las hojas de las variedades de cisto aromáticas producen el ládano, una resina pegajosa con propiedades medicinales, muy utilizada en perfumería.