Ciruelo mirabel Mirabelle de Metz

El Ciruelo Mirabelle de Metz es una variedad vigorosa, con buena productividad y regular. Produce pequeñas ciruelas ovoides, de color amarillo dorado, con tonos rosados al sol. Su pulpa fina es muy aromática, dulce, con sabor a miel. La cosecha tiene lugar a mediados de agosto. El Ciruelo Mirabelle de Metz no es autopolinizante. Es resistente a enfermedades.

El origen de los ciruelos se cree que es Siria, y no China. En la época de la hegemonía romana en la región, se introdujeron en Roma diversos frutos locales, entre ellos la ciruela. El Ciruelo Mirabelle de Metz es una variedad muy antigua, cultivada en el noreste de Francia desde hace mucho tiempo.

Este árbol frutal alcanza naturalmente hasta 5 m de altura en su edad adulta. Su silueta arbustiva, gracias a su porte extendido, es apreciada y, bien podado, será fácil de cosechar. Prefiere el sol o media sombra, protegido del viento, y crece en todo tipo de suelo rico, fresco, profundo e incluso pesado, pero sin caliza.
Sus hojas son ovaladas, casi oblongas, con bordes dentados y ligeramente pubescentes.
La floración ocurre temprano en marzo, pero es escalonada. El árbol se cubre completamente de flores blancas que aparecen en las ramas del año anterior. No son autopolinizantes. Es necesario tener cerca otro Prunus con floración simultánea. Las variedades Ciruelo dorado o Ciruelo d'Althan son las más adecuadas.
Las pequeñas ciruelas son ovoides, amarillo dorado, con tonos rosados al sol. Su pulpa fina es muy aromática, dulce, con sabor a miel.

Las ciruelas se consumen crudas al pie del árbol, en ensaladas de frutas, pero también en postres, repostería, como acompañamiento de carnes y platos. Se transforman en mermeladas, por supuesto, pero también en frutas en almíbar, compotas... También se destila para obtener aguardiente.